Hallados en Sudáfrica los fósiles más antiguos de ‘Homo erectus’

Cráneo reconstruido de Homo erectus hallado en el yacimiento sudafricano de Drimolen. / Therese van Wyk, Universidad de Johanesburgo

Cráneo reconstruido de Homo erectus hallado en el yacimiento sudafricano de Drimolen. / Therese van Wyk, Universidad de Johanesburgo

Los paleontólogos que excavaban en el yacimiento de Drimolen, al noroeste de Johanesburgo, en Sudáfrica, tardaron un tiempo en ensamblar los numerosos fragmentos de cráneo que fueron encontrando. Ni siquiera imaginaron que pudieran pertenecer a un homínido. Cuando lo hicieron, no salieron de su asombro.

El Homo erectus pudo vivir entre 200.000 y 150.000 años antes de lo que hasta ahora se pensaba

 
 

Se trataba de los primeros restos encontrados en Sudáfrica de un Homo erectus, la primera especie humana en caminar completamente erguida y la primera en salir de África hace cerca de 1,8 millones de años. Los restos del cráneo eran además inusuales porque pertenecían a un niño de dos o tres años, cuyos huesos suelen ser muy frágiles a esa edad.

Junto a estos fósiles, en las mismas capas estratigráficas del yacimiento sudafricano los científicos también encontraron restos de Paranthropus, una especie primitiva de hominino bípedo que se extinguió hace más de un millón de años. Una vez descritas las especies a las que pertenecían los fósiles, faltaba determinar su antigüedad.

Gracias las técnicas de datación de última generación –incluyendo la datación paleomagnética, por resonancia de espín de electrones, uranio-plomo y faunística–, el equipo, liderado por la Universidad La Trobe en Australia y la Universidad de Johanesburgo en Sudáfrica, lograron una fecha muy precisa: hace entre 2,04 y 1,95 millones de años.

El estudio, publicado ahora en la revista Science, confirma, de esto modo, el hallazgo de los restos de Homo erectus más antiguos. Esta especie pudo vivir entre 200.000 y 150.000 años antes de lo que hasta ahora se pensaba, de acuerdo a los restos encontrados en el yacimiento de Dmanisi, en Georgia, datados en 1,8 millones de años.

“Nuestro hallazgo permite comprender cómo esta primera especie, más humana, se expandió en una gran parte del mundo y tuvo éxito durante tanto tiempo. La pregunta que tenemos que responder ahora es dónde se originó”, explica a SINC Andy Herries, director del departamento de Arqueología e Historia de la universidad australiana y autor principal del trabajo. 

Equipo de excavación en el yacimiento de Drimolen

Equipo de excavación en el yacimiento de Drimolen. / Andy Herries

Tres especies contemporáneas

La nueva datación de Homo erectus y Paranthropus sugiere que fueron contemporáneos de otro hominino: el Australopithecus, que hasta ahora se creía extinto antes de la aparición en Sudáfrica de las otras dos especies.

“Homo erectus y Paranthropus tuvieron estrategias muy diferentes en términos de dieta, por lo que es posible que hayan podido vivir en el mismo paisaje al mismo tiempo, pero explotando diferentes nichos”, subraya Herries

 
 

La región donde se encuentra el yacimiento pudo reflejar un periodo de transición en el sur de África. A medida que las especies endémicas, como Australopithecus, se extinguieron, los nuevos migrantes, Homo y Paranthropus, se establecieron en su nuevo entorno sudafricano, sugieren los autores.

“Aunque el yacimiento se formó en un período de tiempo bastante corto, realmente no podemos demostrar que las diferentes especies se toparan entre sí en el paisaje, a pesar de la alta resolución de la datación”, comenta el experto, quien señala que los restos de Homo erectus y Paranthropus y las herramientas de hueso encontradas pudieron depositarse con una diferencia de estaciones o años. 

Homo erectus y Paranthropus tuvieron estrategias muy diferentes en términos de dieta, por lo que es posible que hayan podido vivir en el mismo paisaje al mismo tiempo, pero explotando diferentes nichos”, subraya Herries. Los investigadores aún deben confirmar si estas especies interactuaron o compitieron en el paisaje, y si lo hicieron, cómo fue ese contacto. 

El clima cambiante también pudo influir en la supervivencia de las diferentes especies. Mientras que Paranthropus y Australopithecus evolucionaron en climas cálidos y húmedos y se acostumbraron a ellos, los Homo erectus fueron capaces de cubrir largas distancias, lo que les dio ventaja cuando el clima empezó a cambiar de cálido y húmedo a frío y seco en Sudáfrica. 

Esto provocó que la masa de árboles disminuyera dando paso a las hierbas. Finalmente, los bosques fueron reemplazados por los pastizales africanos de la sabana que conocemos en la actualidad. 

“El estudio muestra la gran complejidad de la evolución humana. No se trata de que unas especies se extingan y otras las reemplacen, o simplemente una especie que evoluciona hasta convertirse en otra. Es una historia compleja que abarca el tiempo y el espacio”, cuenta Herries. 

Según el experto, las especies pueden extinguirse en una parte del globo, pero existen en períodos mucho más largos en otras regiones si tienen éxito y no compiten directamente con otros homínidos. Ejemplo de ello son las evidencias encontradas en Indonesia de que los últimos Homo erectus vivieron hasta hace 117.000 años

Referencia

A.I.R. Herries et al. “Contemporaneity of Australopithecus, Paranthropus, and early Homo erectus in S. Africa” Science 2 de abril de 2020

Fuente:
Derechos: Creative Commons.