La sonda rusa Luna 25 viajaba a nuestro satélite con intención de recuperar algo de la pasada gloria soviética. Ya había llegado más lejos que las últimas sondas del país, que destinadas a Marte no habían logrado salir de la Tierra. Sin embargo, a dos días de iniciar el descenso hasta la superficie se ha perdido el contacto con ella y aparentemente se habría estrellado.
Pese a las informaciones publicadas a lo largo de esta tarde por medios españoles no existen pruebas de ningún tipo que señalen como culpable a un asteroide. De hecho, si este fuera el caso sería extraordinario siendo la primera sonda destruida por uno. Hasta el momento las fuentes oficiales únicamente hablan de que existe un problema de comunicación con la sonda.
Si acudimos a fuentes de alta confianza, estas se limitan a hablar de que el problema se dio al terminar una maniobra propulsada. Esta sería la que se produjo esta mañana a las 14:10 hora de Moscú. La traducción literal del mensaje emitido por Roscosmos en su Telegram oficial habla de «una situación de emergencia a bordo que no permitió realizar la maniobra con los parámetros especificados».
Estos dos puntos se combinan para dar más credibilidad a otras fuentes que quizá no merezcan tanta. Estas indican que Luna 25 habría ejecutado la misma maniobra de frenado otra vez y media más. Es decir, una vez hecha la maniobra sus ordenadores de a bordo la habría repetido y luego otra repetición se habría cortado a medias. Quizá, tomando esta teoría por buena, por falta de más combustible.
No sería la primera vez que una sonda destinada a la Luna se quede sin combustible. Se debe efectuar un complejo cálculo del combustible y este va al límite. Esto se hace así porque cada kilogramo que se quiera llevar hasta la órbita lunar son decenas de ellos en el cohete lanzador. Además, aumentar la cantidad de combustible implica reducir la de instrumentos científicos que transportaras.
Aún es pronto para afirmar nada en ninguna dirección. Debemos ceñirnos a la escueta versión oficial que habla que hubo un problema y que se está trabajando en recuperar las comunicaciones. Sin embargo, la comunidad rusa ya muestra severo pesimismo y apunta a que si la sonda fuera recuperable nunca se hubiera informado del error. Pero, una pequeña parte muestra más optimismo y señala todos los problemas del módulo Nauka que al final se lograron solucionar.
Si finalmente se ha estrellado, la información sería verificada mañana por la tarde por fuentes fiables. Mientras que la versión oficial seguiría hablando de búsqueda de la sonda al menos otro día más.
Pese a este hipotético fracaso, las miradas seguirían puestas en la Luna. Chandrayaan 3 también en órbita, tiene previsto su descenso en el polo sur el próximo día 23.