Tras muchos años desde su anuncio inaugural, al fin el programa CLPS de la NASA empieza a despegar.
Si en enero seguíamos el periplo de Peregrine tras su lanzamiento, a lomos del primer Vulcan, ahora llega el Nova-C. Este nuevo aterrizador de Intuitive Machines tiene menos capacidad de carga que su predecesor en el programa.
Otro lanzamiento nominal del Falcon 9
El vehículo seleccionado para el lanzamiento del Nova-C fue el robusto Falcon 9 de SpaceX. No es la primera misión lunar de la empresa de Hawthrone, pero tampoco lo era para su caballo de batalla. Ya en 2019 lanzaron la misión Beresheet, colaboración de la empresa israelí SpaceIL y la agencia espacial del mismo país. Es reseñable que en aquella ocasión el lanzamiento se realizó como carga secundaria del satélite público español PAZ.
Algunos detalles del Nova-C
La carga principal del lanzamiento era la sonda lunar de un peso de 1931 kilogramos. Gracias a ello la nave esta ya camino de la Luna en un lanzamiento directo. La mayoría de sus instrumentos pertenecen a la NASA, pero también hay de otras empresas e instituciones dedicadas a la ciencia. Muchas de ellas están dedicadas a estudiar las interacciones de los gases de escape del motor con el regolito lunar.
Esta es la primera de al menos tres misiones otorgadas al Nova-C de Intuitive Machines. Por eso es bastante importante que esta primera misión sea un éxito, los subsiguientes retrasos no serían bien recibidos. Además, estas dos misiones siguientes están programadas según la NASA para este año.
El programa CLPS se enfrenta a un grave problema, y no son los lanzamientos que se han probado extremadamente fiables en los últimos tiempos. Al menos recurriendo a operadores grandes y no a microlanzadores. Pero el reto para el Nova-C empieza ahora. Tras el éxito de Chandrayaan 3, SLIM procedió a hacer un aterrizaje muy forzoso, Peregrine ni se acercó a la Luna.