Gaganyaan es el nombre de la cápsula espacial tripulada india. En diseño por la agencia espacial de ese país, el ISRO desde 2007, ya realizó su primer «vuelo» en 2018, con una prueba similar a la de hoy. Sin embargo, en la de hoy primero se elevó la nave con un cohete propulsor y una vez en el aire esta se separó simulando un accidente.
Probar, probar y probar
Para que un cohete se considere apto para volar humanos se pasan una serie de pruebas a cada componente del mismo, y se van integrando sistemas y probándolos idénticamente. Para la cápsula que los lleva pasa de igual forma, pero como se dice: para hacer una tortilla hay que romper huevos. Eso es lo que pasaba en la prueba de hoy, había que desechar una etapa de un cohete para probar el proyecto estrella en el espacio de la India.
Para que una prueba sea eficaz debe parecerse lo máximo posible a un entorno real, y el entorno real de un aborto de lanzamiento es volando. El sistema de escape de la nave debe ser capaz de alejar a esta y sus ocupantes del cohete fallido mientras probablemente los motores sigan funcionando.
Esta ha sido la primera de al menos otras tres pruebas que pasará el sistema de aborto de la Gaganyaan. Estas serían en Max Q (máxima presión aerodinámica), máxima aceleración y un entorno de transición. Probablemente esta prueba haga referencia a cambios de etapas o una velocidad transónica (mach 0,8 a 1,2) aunque la fuente no lo precisa.
El sistema de aborto
La cápsula Gaganyan dispone de un sistema de aborto bastante normal. Este tiene un diseño de torre que contiene varios tipos de motores de combustible sólido en virtud de su función. Se usa una variedad de ellos en función del momento del vuelo en que se produzca su activación.
En total son cinco tipos, motor de deshecho del sistema de escape de la tripulación, motor de cabeceo de gran altitud, motor de cabeceo de baja altitud, motor de escape de gran altura y motor de escape de baja altura. Además dentro de este se puede incluir la cofia que protege la Gaganyaan. Esta difiere de las empleadas en los lanzamiento de satélites y por eso merece su inclusión dentro del sistema de aborto.
La prueba
La prueba de esta mañana llevó a una maqueta de la Gaganyaan, la cual ni siquiera estaba presurizada, y su sistema de aborto a mach 1,2 y una altura de 11,7 km. Esta estaba propulsada por un derivado de los aceleradores laterales del cohete GSLV MK2.
Esto último requiere una mención aparte ya que los datos de fiabilidad alarmante bajos del cohete original ha disparado las habladurías, sobre todo entre aficionados, sobre su futuro. Esto es descartado de plano ya que aunque en efecto falle mucho, no tenga futuro comercial porque ni siquiera se oferta, ni existen planes. Pero al final los aficionados vierten opiniones desde su punto de vista que obvia la necesidad estratégica que aun suple el cohete. Y no se puede emplear un ya sobresaturado GSLV MK3 para suplirlo. Otro motivo de descarte es que entre fuentes de alto nivel no se ha mencionado nada respecto al asunto.
La prueba se llevó a cabo y los sistemas de recuperación que debe emplear la versión final de la cápsula y que sí estaban instalados funcionaron perfectamente. Un barco de la marina india procedió al rescate de la cápsula a 10 kilómetros de la costa de Sriharikota. Tras esto se allana un poco más el camino a una primera misión real de la cápsula que debería producirse en 2025. Sin embargo, los retrasos han sido la tónica general del desarrollo y no es esperable un cambio en este momento. Aunque es conocido que el primer ministro Narendra Modi está presionando mucho para emplearlo como propaganda electoral. Aunque es justo reconocerle el papel de un Kennedy indio dado el impulso que le ha dado al ISRO desde su entrada en la oficina.