Impresionante explosión en pleno despegue de un cohete orbital japonés

Foto lanzamiento Kairus

La proporción de vuelos inaugurales fallidos no ha hecho sino aumentar en los últimos años. Incluso para una institución como la veterana United Launch Alliance, con su director a la cabeza, se mostraron sorprendidos del éxito de su Vulcan. Sin embargo, las excepciones son raras y el novísimo KAIROS de la empresa Space One lo ha comprobado.

Imagen del lanzamiento proporcionada por la empresa

Llamativas selecciones

Space One es una empresa más, y no precisamente muy destacada del New Space. El Kairos es su primer vehículo de lanzamiento y es verdaderamente limitado en capacidades, pero eso no es lo peor. Al final 250 kilogramos a órbita baja terrestre es una capacidad que tampoco resulta anormalmente baja. El mayor exponente de la revolución, el Electron, levanta un máximo de 300 kilogramos.

Pero la disposición de etapas y especialmente el combustible empleado resulta muy desafortunado. La única comparación, y es realmente descorazonadora, aunque resulte vencedor el recién llegado es contra el Minotaur I. Este lanzador es considerado el padre de los microlanzadores, aunque con muchas diferencias.

La principal es con mucha probabilidad, aparte del origen, el combustible empleado. Mientras que la actual generación de microlanzadores es inconcebible sin motores bien de kerolox o methalox en el Minotaur y el Kairos están fabricados con propulsión de combustible sólido.

Imagen del momento de la explosión, los restos aún en llamas del combustible son los restos blancos. alrededor de la grajn columna central de humo. Cortesía @koumeishibata

El vuelo inaugural del Kairos acabó en una brutal explosión

El cohete Kairos se vio envuelto en una fuerte explosión con algunas características distintivas de los cohetes de combustible sólido. Por ejemplo, los restos de combustible sólido, que no se combustionan en una gran explosión como suele suceder en los que emplean líquidos. Estos rodean en todas direcciones al vehículo tras la destrucción.

Uno de los puntos más significativos cuando hablamos de incidentes tan pronto en el vuelo, es destacar que aparentemente la torre de lanzamiento no sufrió daños. Aunque parezcan una infraestructura menor, esto no es cierto, su construcción demora años, y su coste no es baladí. Están llenas de cableados, sensores, cámaras, ordenadores y sobre todo el material, son necesarias para hacer el cohete despegar. No es posible despegar desde cualquier sitio, y no todos los que lo permiten están preparados para el fuego y el impacto de las ondas de choque de un lanzamiento. Bien lo comprobó SpaceX en su vuelo inaugural de la Starship causando ingentes daños tanto al cohete, como a la plataforma e incluso al espacio circundante a la zona del despegue.

La brutal explosión del cohete no es algo que deba desanimar a la empresa. Es algo que sucedía, sucede y sucederá muchas más veces. Nadie está libre de explosiones, el camino a la órbita es muy complicado y está lleno de escombros. ABL Space Systems también dañó su torre de lanzamiento con una explosión a baja altura y no por ello perdieron apoyos tan relevantes como Lockheed Martin o Amazon. El Kairos volverá a despegar, las empresas detrás de Space One son numerosas y poderosas, incluyendo por ejemplo la archiconocida Canon. pero no será un proceso rápido ni sencillo.