Hera es la diosa griega de la protección de la casa, definitivamente un nombre muy adecuado para una misión destinada a la defensa planetaria, de defensa de nuestra casa colectiva. Esta es la segunda parte, que ha llegado bastante tarde, de la misión DART que impactó contra el asteroide Dimorphos hace ya dos años.
Una misión de vital importancia
Aunque tarde, Hera ha despegado, debería haberse lanzado antes de que lo hiciera DART para poder estudiar Dimorphos antes, durante y después del impacto. Sin embargo, la falta de interés de los países miembros de la ESA en esta misión y el extraño reparto de poder en la Agencia Espacial Europea hizo el resto. Aun así, finalmente resurgió de su cancelación para volver y esta vez llegar a la plataforma de lanzamiento.
A esta llega acompañada de dos pequeños cubesats que la ayudarán en su misión:
Milani espera estudiar el polvo que debería haber presente en el sistema y en suspensión sobre el asteroide. También estudiará la composición de Didymos y ayudará al estudiar los cambios en su órbita a estudiar su campo gravitatorio.
Juventas por otro lado se centrará en el asteroide principal del sistema, Dymorphos, mucho más grande que en el que impactó DART. Pero comparte campo de estudio con Milani, el comportamiento de la gravedad.
La segunda etapa del cohete de SpaceX no se está comportando como lo suele hacer un vehículo tan probado como este. Sin embargo, en esta ocasión ha cumplido con las necesidades de la misión y Hera ya está en órbita y lista para salir volando hacia su objetivo en unos minutos.
El lanzamiento se produjo a las 10:52 hora local de Cabo Cañaveral, momento en que los 9 Merlin 1D del cohete rugieron en la plataforma SLC-40. Contrariamente a lo habitual de las misiones de alto perfil de la LC-39A porque esa plataforma está ocupada por un Falcon Heavy que este mismo jueves lanzará la misión Europa Clipper de la NASA hacía la luna de Júpiter.