Aunque no llevasen nunca astronautas a su superficie, el programa lunar soviético fue muy potente. Mientras que el estadounidense se centró en llevar a Neil Armstrong a la Luna, la URSS trajo de vuelta un trozo de ella. De este legado nace la nueva era de exploración de la Federación Rusa que inicia en la misión Luna 25.
La misión Luna 25, pese a haber transcurrido 47 años desde la Luna 24 recupera esta denominación histórica. Diseñada para que Roscosmos empiece a recuperar el terreno perdido contra Europa, China, Japón e incluso la India. Las comparaciones son odiosas, pero con esta última potencia con su propio lander en órbita lunar a la vez que despega esta misión se decidirá quién es la 4ª potencia en el espacio.
Luna 25 es una misión ambiciosa
Planea aterrizar en la Luna que siempre es un reto mayúsculo, similar o peor a Marte. Pero además cuenta con un radio generador de isótopos (RTG por sus siglas en inglés). Esta poco avanzada forma de energía nuclear permite generar grandes cantidades de calor, a la par que una modesta cantidad de energía. Exactamente lo necesario para sobrevivir a las gélidas noches de 14 días de la Luna.
Además de este sistema, emplea baterías y paneles solares para alimentar una potente suite de instrumentos. Aunque de sorprendentemente poco peso para su gran número, 30 kilogramos para 9. Cabe destacar que los sucesivos retrasos y la invasión de Ucrania hicieron que perdiera dos. Uno sueco que acabó a bordo de la sonda china Chang’e 4 y la cámara para navegación de la ESA Pilot-D.
El lanzamiento se produjo a bordo de un cohete Soyuz 2.1b con una etapa superior Fregat. Lanzado desde Vostochni hace este lanzamiento muy diferente al de las Luna originales. Para empezar porque en los años sesenta y setenta se usaba el cohete Proton K, no un Soyuz. De aquella, el Proton, históricamente el cohete pesado en la estepa euroasiática era capaz de lanzar hasta 18 toneladas a órbita baja terrestre. En los años sesenta, los Molynya y Vostok eran menos capaces, con 6200 y 4730 kilogramos de capacidad máxima respectivamente.
Pero además del cohete, también cambia la ubicación. Por primera vez en la historia, una nave que se envía fuera de la esfera de influencia de la Tierra despegará desde el cosmódromo de Vostochni. Esta decisión parece más técnica que política, aunque con los nuevos espacio puertos rusos siempre existe este componente.
Gracias a su lanzamiento directo hacia la órbita lunar Luna 25 llegará a nuestro satélite natural en apenas tres días. Y a partir de ahí el aterrizaje se producirá poco tiempo después en el polo sur lunar. A unos 120 kilómetros de donde lo hará Chandrayaan 3.
En cualquier caso es optimista creer que ambas naves lo lograrán, siendo incluso más probable que ambas fracasen viendo los antecedentes recientes. Nadie, excepto China, ha logrado aterrizar en la Luna en el siglo XXI.