Virgin Galactic lanza al límite del espacio a cuatro militares italianos

El mercado de lanzamientos suborbitales privados de personas volvió hoy a la vida con un vuelo de Virgin Galactic. Este se ha producido casi dos años después del primer lanzamiento tripulado del sistema.

El sistema desarrollado por Virgin Galactic difiere sustancialmente del de su hermana quebrada, Virgin Orbit que se dedicaba a lanzar satélites mediante un cohete bastante convencional lanzado desde un Boeing 747. La empresa de lanzamientos tripulados tiene un avión exclusivo, el White Knight (caballero blanco en inglés). Este moderno aparato posee cuatro motores y un gran espacio entre los dos cuerpos de fuselaje que permite transportar la nave espacial.

Esta nave también posee forma alada, aunque es única también, y no se parece a otros conceptos de avión espacial que se desarrollan en el mundo. Para empezar no posee zona de carga como tal, aunque en la sección de cola hay equipamiento propio de un cohete como es el motor o sistemas de control de reacción (RCS por sus siglas en inglés).

El motor también es bastante único, tratándose de un sistema híbrido. No, esto no hace referencia al uso de electricidad en el sistema, si no  a la dualidad sólida y líquida de los propelentes. En este caso se tratarían de polibutadieno terminado en hidroxilo (más conocido como HTPB) y una solución concentrada de peróxido de hidrógeno.

Anteriormente, la empresa usó óxido nitroso en sus motores, pero, se retiró. En parte por las dudas que suscitó un accidente mortal en una serie de pruebas que costó la vida a tres empleados.

El empleo de los motores híbridos es generalmente desaconsejado para cualquier actividad. Existen muchos motivos en contra y solo algunos esporádicos a favor, tratándose de casi el único diseño en vuelo actual en utilizarlos. Se ve reflejado el problema de su falta de rendimiento general en el hecho de que esta nave no es capaz de alcanzar la frontera internacionalmente reconocida del espacio. La línea de Karman se sitúa a 100 kilómetros. Sin embargo, Virgin Galactic se nutre de la anomalía estadounidense de situarla a poco más de ochenta kilómetros para alegar que llegan al espacio.

Este hecho se hizo especialmente palpable en el vuelo de hoy. La tripulación, miembros del ejército del aire italiano son reconocidos como astronautas en Estados Unidos, pero no en su organización que costeó el vuelo. Esto no pasa en su competencia. 

Blue Origin planteó el vuelo espacial privado suborbital de una forma bastante diferente, acercándolo al vuelo espacial más convencional. Su aproximación es más simple, un único motor cohete, un cohete de una etapa y una cápsula para la tripulación.

No por ser una aproximación más convencional iba a ser fácil, el motor que emplea el New Sephard es una maravilla técnica. El hidrolox, hidrógeno y oxígeno líquido es el combustible más complicado de desarrollar y ellos lo dominaron a la primera. Técnicamente, Virgin Galatic se adelantó en el verano de 2021 siendo los primeros en lanzar una tripulación en un vuelo suborbital privado. Pero, aquel vuelo fue poco menos que un peligro, después de aquel vuelo la nave se pasó más de 18 meses recibiendo mejoras y actualizaciones que se consideraban críticas para volar turistas. Sin embargo, Blue Origin, que había anunciado antes su fecha de lanzamiento, realizó muchas más pruebas antes de montar tripulación voló una semana más tarde.

En la actualidad, es de destacar, el New Shepard se encuentra en proceso de actualización después de un accidente en vuelo. Se trató de una misión sin tripulación, en cualquier caso, el sistema de aborto en vuelo puso las cargas a salvo igual que hubiera hecho con personas. La nave de Virgin Galactic carece de este sistema de seguridad.