La altura de la última frontera: la línea de Karman
El espacio, la última frontera, pero, ¿a qué altitud está esa frontera? ¿Por qué? ¿Quién lo decidió? ¿Hay acaso algún motivo para que sea esa la altitud?
La línea de Karman es la frontera internacionalmente reconocida del espacio, pero no es la unica.
La línea de Karman es la frontera del espacio, a no ser que preguntes a un estadounidense. El uso del sistema imperial para las unidades de medida no es la única peculiaridad de la nación norteamericana. Ellos emplean una línea completamente imaginaria impuesta a 50 millas de altitud, o lo que es lo mismo, 80 467 metros.
Sin embargo, la línea de Karman es la frontera del espacio internacionalmente reconocida. Se fundamenta en los cálculos de Theodore von Kármán. Este físico e ingeniero de origen húngaro tuvo una vida dedicada a la exploración espacial en sus tiempos más precoces. Entre su gran legado distingue, incluso más allá que la popular frontera del espacio, la empresa estadounidense Aerojet.
Esta empresa ha cambiado mucho desde que este ilustre personaje la fundase en 1940. Aun así, sigue siendo una de las empresas más destacadas del mundo aeroespacial, más que en Estados Unidos, en todo el mundo. Entre sus productos más destacados se encuentran en la actualidad los motores de la cápsula Orion. Pero, también fabrican los motores de la primera y la segunda etapa del SLS. En resumen, una empresa puntera que comparte creador con la frontera del espacio.
¿Por qué 100 kilómetros de altitud?
A priori, la idea de los 100 kilómetros suena tan arbitraria como las 50 millas que imponen los estadounidenses para otorgar las alas de astronauta. Sin embargo, esto no es así.
La idea de la línea de Karman se basa en la altitud a la que se iguala la velocidad necesaria para que un avión mantenga su altitud con la cual un satelite haga lo propio.
Esto físicamente hablando quiere decir que hay que buscar el punto en el cual la fuerza centrípeta (aquella que te impulsa hacia el borde de una curva con más fuerza cuanto más rápido te desplazas) con la fuerza de sustentación.
¿Es este calculo perfecto? No, desde luego. Desde su proposición ha habido muchos cambios en el vuelo a motor y en el vuelo espacial. Y reputados cientificos han abogado por reducirlo hasta cerca del limite estadounidense.
Aun así, el consenso es complicado por qué la densidad atmosférica a esa altitud es muy volátil. Y, por tanto, los efectos que, hoy genera a ochenta kilómetros, en unas horas, puede hacerlos a cien.
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Especialista en el programa espacial indio.
Universidad de Oviedo.