Un astrónomo de Japón consigue registrar en vídeo dos impactos de meteorito contra la Luna

Miles de personas observan la Luna alrededor del mundo en un momento dado. La gran mayoría lo hacen a simple vista o con móviles, otros recurren a instrumentos ópticos como binoculares o telescopios, y una fracción aún menor no solo la observa, sino que la estudia. Bajo condiciones concretas y el equipo adecuado es posible capturar eventos de mayor interés, como la formación de nuevos cráteres en el satélite natural.

Vista del cráter Aitken en la Luna desde el Apolo 17. NASA

Escudo planetario

La atmósfera terrestre sirve como un escudo contra objetos provenientes del espacio. Los fragmentos de cometas y asteroides viajan a velocidades considerablemente altas, al llegar comprimen el aire hasta el punto de que los electrones escapan y el gas se transforma en plasma a cientos o miles de grados. La roca se va fragmentando progresivamente hasta deshacerse parcial o completamente. En el proceso deja una estela brillante que es fácilmente observable.

En la Luna no hay una atmósfera que la proteja contra asteroides, en cambio, estos tienen vía libre hasta la superficie. En el momento del impacto la energía es liberada, fundiendo el regolito y destruyendo el propio fragmento en el proceso. A su vez, parte de esa energía se emite en forma de luz visible que bajo ciertas condiciones de observación puede ser registrada.  

Impactos lunares

Daichi Fujii, mejor conocido por su usuario de Twitter @dfiju1, lleva varios años observando el cielo en búsqueda de meteoros, satélites y destellos lunares. Estos últimos se refieren a un brillo intenso y fugaz en la Luna producido por el impacto de un fragmento de algún asteroide en el satélite natural.

En la noche del 30 de octubre, a las 20:49 JST, Daichi Fujii observó un destello lunar. Dos días después, el 1 de noviembre a las 20:49, detectó un nuevo impacto en la Luna. Para esto emplea una cámara que captura imágenes a 270 fotogramas por segundo y se enfoca en las regiones oscuras donde el destello puede diferenciarse de la luz del Sol sobre la superficie.

Los dos videos capturados están ralentizados a un 3 % de la velocidad original. Al lado derecho, la región brillante corresponde a la parte iluminada de la Luna por el Sol, mientras el reflejo de la luz en la Tierra aporta ligeramente a diferenciar a la parte oscura del negro del espacio.

Los impactos de meteoritos en la Luna resultan en fugaz destello. Si se recopilan datos de la intensidad y duración, es posible aproximarse a algunos parámetros del objeto inicial. Por ejemplo, el del 30 de octubre cayó en las coordenadas 16° S 324° E a una velocidad de 27 kilómetros por segundo. La masa del objeto se estima en aproximadamente 200 gramos, resultando en un cráter de 3 metros de diámetro. Para el otro todavía hace falta procesar los datos para determinar estos mismos datos.

Respecto al origen de ambos impactos, el mejor candidato es la lluvia de meteoritos Táuridas, restos del cometa 2P/Encke. Desde la Tierra, estos fragmentos aparentan provenir de la constelación de Tauro, misma que se encuentra cerca de su máximo alrededor de la misma fecha

Francisco Andrés Forero Daza
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