La historia pérdida de la Tierra: las rocas más antiguas del planeta

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Conocemos los inicios de la Tierra gracias a la geología, pero hay un periodo, enorme, del cual no hay registro en las rocas. Simplemente nuestro planeta es mucho más antiguo que las rocas que hoy en día se ven. Por eso extraer conclusiones del estado más primordial del planeta es complicado, pero gracias a un mineral en específico que sobrevive a los peores infiernos hoy tenemos una idea de cómo era la Tierra hace cuatro mil millones de años.
El más famoso, pero no el único, igual que el escudo canadiense, existen los escudos africanos y australianos. Y varios más, pero de una relevancia y antigüedad algo menor. Todos contienen información valiosa sobre el inicio de la Tierra, incluso del origen de la vida. Pero el más antiguos, donde se han encontrado todas las rocas más antiguas del planeta es el canadiense. Existen diferentes afloramientos donde se han medido edades de hasta 4 313 000 000 años. El más interesante es en la costa de la bahía del Hudson, donde gracias a intereses petroleros, además de estas antiquísimas rocas se tiene una idea muy clara de su evolución desde esos arcaicos tiempos.
La mayor parte del tiempo fue una región alta, la resistencia a la erosión que da nombre a los escudos se hacía notar. Sin embargo hace unos 550 millones de años una serie de factores elevaron el nivel de los mares inundando la mayor parte de la actual Norteamérica. Únicamente algunas partes del escudo canadiense, en aquella época cordilleras de gran altitud, asomaban bajo el mar de Sauk.
En realidad es bastante sencillo, con los suficientes avances en física y los instrumentos de medición correctos. Aunque un mineral sea principalmente dos elementos atómicos, por ejemplo, sodio y cloro forman halita, sal común. Pero si usas instrumentos como un espectrómetro de Rayos X acabas con una compleja tabla con varias decenas de ellos. Especialmente en el caso de las rocas ígneas (formadas a partir de magma) donde además gracias a su origen en el interior de la Tierra suelen poseer un importante número de elementos radioactivos. Gracias a la física, sabemos que esos elementos pierden electrones y se convierten en otros elementos, por ejemplo, el uranio se convierte en plomo.
Como el uranio sabemos el tiempo que tarda en convertirse en plomo, podemos averiguar la edad de la roca, siempre y cuando, no lo contuviese en su formación. Por suerte los zircones, los minerales más antiguos que conocemos, lo rechazan a nivel atómico por lo que todo el que hay en la actualidad proviene de la desintegración de Uranio. El periodo de semidesintegración del U238 a Pb206 es de cuatro mil quinientos millones de años, el tiempo que lleva existiendo la Tierra por ponerlo en contexto, y mil millones de años menos que los zircones del escudo canadiense. Además, eso indica el tiempo que tarda la mitad de cualquier cantidad de uranio en convertirse en plomo, por lo que tendría que pasar varias veces ese tiempo para que dejase de ser efectivo.
Descubrir cómo fue el origen de la Tierra y la Luna fue un proceso muy complicado para el cual no se tenía la tecnología. Gracias a las misiones Apolo que trajeron de vuelta restos primigenios de la Tierra que se encontraban en la Luna debido a su formación y a avances como la datación por uranio podemos echar la vista atrás miles de millones años. Cómo se formó la vida sigue siendo un misterio, pero sabemos que a los más de 2000ºC que había en la superficie terrestre al empezar a solidificarse, no podía haber. Los experimentos de la evolución de la fauna de Ediacara se produjeron apenas hace 500 millones de años. Y en esos más de tres mil millones de años la vida pasó de no existir a animales complejos, aunque muy diferentes comparados con los actuales.
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