El módulo Viking 1 de la NASA mostró por primera vez a los seres humanos cómo se veía una puesta de Sol en Marte, en 1976.
Desde entonces, varios otros robots en el Planeta Rojo han enviado a la Tierra una variedad de vistas de amaneceres y atardeceres en Marte.
Atardecer en el cráter Gusev: El Sol desaparece bajo del horizonte en esta asombrosa vista panorámica captada en 2005 por el robot explorador de Marte Spirit (Espíritu, en español) de la NASA. NASA/JPL/Texas A&M/Cornell
Estas vistas incluyen imágenes con color corregido en tonos azules que brindan una vista previa de lo que los exploradores humanos en Marte podrían observar algún día mientras se relajan después de una intensa jornada de trabajo en el cuarto planeta:
Viking 2 captó un amanecer en Marte el 14 de junio de 1978.
Spirit, uno de los exploradores de Marte de la NASA, captó esta famosa vista del Sol hundiéndose bajo el borde del cráter Gusev, en Marte, el 9 de mayo de 2005.
Curiosity (Curiosidad, en español), otro robot explorador de Marte de la NASA, captó otra vista en color azul del Sol desapareciendo tras el horizonte marciano; el equipo de imágenes la convirtió en un corto en 2015.
Y, en 2019, el módulo InSight, de la NASA, envió varias vistas de amaneceres y atardeceres en Marte que también captaron partes de la nave espacial en una llanura polvorienta.
¿Por qué Marte es rojo? ¿Por qué algunas imágenes son azules? Marte se conoce como el Planeta Rojo por el óxido de hierro (similar a la herrumbre) que contiene su suelo. El distintivo tono rojizo del planeta resulta visible desde la Tierra incluso sin la ayuda de un telescopio. Los antiguos romanos lo llamaron así por su Dios de la Guerra (Ares en la mitología griega).
Pero, ¿y el ocaso azul?
Al igual que los colores se tornan más intensos en los atardeceres de la Tierra, los atardeceres marcianos vistos desde el Planeta Rojo parecerían azulados para los observadores humanos. El fino polvo hace que el azul en la parte del cielo que está cerca del Sol sea mucho más prominente, mientras que la luz diurna normal hace que el color del polvo oxidado tan conocido del Planeta Rojo sea más prominente.
“Los colores provienen del hecho de que el polvo tan fino tiene el tamaño justo para que la luz azul penetre la atmósfera de manera algo más eficiente”, dijo Mark Lemmon, de la Universidad Texas A&M, en College Station, un miembro del equipo científico de la misión del explorador Curiosity. “Cuando la luz azul se dispersa el polvo, permanece más cerca de la dirección del Sol que la luz de otros colores. El resto del cielo es de amarillo a anaranjado, ya que la luz amarilla y roja se dispersa por todo el cielo en vez de ser absorbida o de quedarse cerca del Sol”.
La ciencia detrás del paisaje
Estas imágenes son más que simplemente vistas hermosas.
Las imágenes del atardecer y el ocaso marciano ayudan a los científicos a determinar hasta cuán alto en la atmósfera se extiende el polvo marciano y les permiten buscar polvo o nubes de hielo.
Otras imágenes han mostrado que el brillo del ocaso permanece visible, aunque cada vez se torna más tenue, por hasta dos horas antes del amanecer o después del atardecer. El largo ocaso marciano (comparado con el de la Tierra) se origina por la luz del Sol que el abundante polvo a elevada altitud dispersa hacia el lado nocturno del planeta.
Algunas veces, ocurren ocasos similarmente largos o amaneceres y atardeceres extra coloridos en la Tierra cuando diminutos granos de polvo que son expulsados de poderosos volcanes dispersan la luz en lo alto de la atmósfera.