Los astrónomos descubrieron un planeta muy similar a la Tierra en tamaño y distancia de su estrella madre parecida a nuestro Sol. Esta combinación increíblemente rara hace que el exoplaneta sea uno de los mejores candidatos para un mundo habitado.
Si un planeta recibe suficiente calor de una estrella para que pueda existir agua líquida en su superficie, se considera que está en la zona habitable de la estrella, es decir allí podría existir vida si el planeta cuenta con una atmósfera adecuada.
Sin embargo, las estrellas tranquilas y hospitalarias de tipo solar son bastante raras en el espacio.
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Una de ellas es Kepler-160, ubicada a 3.000 años luz de la Tierra. Es muy similar al Sol en radio (1,1 solar) y temperatura (solo 300 grados centígrados más frío). Por lo tanto, Kepler-160 es prácticamente un doble de nuestra estrella.
Los autores de un nuevo estudio, publicado en la revista Astronomy & Astrophysics, exploraron el sistema estelar Kepler-160. E inesperadamente encontraron un mundo que podría ser un doble de la Tierra.
«Nuestro análisis muestra que no son dos los planetas que circulan alrededor de Kepler-160, sino cuatro», dijo el autor principal René Heller, científico del Instituto Max Planck de Investigación del Sistema Solar.
El cuarto planeta, denominado por los autores como KOI-456.04, tiene entre 1.77 y 2.08 radios de la Tierra.
Además, su período de circulación alrededor de la estrella es de 378 días terrestres. Es prácticamente un año terrestre.
Dada la luminosidad del Kepler-160, significa que el mundo recién descubierto recibe el 93% del calor que recibe la Tierra.
Si el KOI-456.04 tiene una atmósfera terrestre, su temperatura superficial promedio es
solo 10 grados más baja que la de la Tierra. Y si la atmósfera del planeta contiene más gases de efecto invernadero, puede ser incluso más caliente.
No obstante, los astrónomos aún no están seguros de la existencia misma del KOI-456.04. Los autores estiman en un 15% la probabilidad de que la señal que detectaron sea solo una combinación aleatoria de ruido. No es mucho, pero las estrictas normas astronómicas requieren que se reduzca al 1%.
Además, el planeta se reconocerá como existente solo cuando lo confirmen unas observaciones independientes hechas con otra herramienta.