Entre los mayores misterios del universo se encuentran los agujeros negros. Son objetos muy compactos con masas del orden de diez a cien, o de millones de veces la del Sol. Sin embargo, queda un vacío muy grande en medio, los llamados Agujeros Negros de Masa Intermedia, IMBHs por sus siglas en inglés, y suponen una de las grandes incógnitas de la cosmología sobre su abundancia y formación. El mejor candidato a uno de estos fascinantes objetos fue detectado por el Telescopio Espacial Hubble.
Observación estelar
Aproximadamente a 17 700 años luz de la Tierra se encuentra el cúmulo globular Omega Centauri, el hogar de millones de estrellas, cuyo brillo combinado se puede observar a simple vista en un cielo oscuro desde el hemisferio sur. Se estima que su masa, considerablemente mayor a otros cúmulos, es semejante a la de una galaxia pequeña.
Empleando observaciones del Hubble, un equipo de investigadores, en una búsqueda por catalogar y modelar las estrellas de Omega Centauri, descubrió una peculiar anomalía en siete de estas. La velocidad observada sería suficiente para superar la atracción gravitacional y escapar del cúmulo, aunque están atadas a un extraño objeto invisible.
A partir de las velocidades de las siete estrellas se estima que debe existir una masa equivalente igual o mayor a 8200 veces la del Sol en una muy pequeña región de Omega Centauri. Una llamativa propuesta es la presencia de un IMBH, aunque dentro de las incertidumbres de las mediciones existe la posibilidad de tratarse de un cúmulo de agujeros negros de masa estelar.
Futuras observaciones buscan revelar la verdadera naturaleza de este objeto. De ser confirmado como un IMBH se trataría de la primera detección de este objeto, aunque existen otros candidatos, y supone un pilar fundamental en la cosmología de la historia y evolución del universo.