Los grandes telescopios y observatorios han mostrado grandes mejoras en los últimos años. Gracias a diferentes técnicas o cambios en la electrónica permiten observar el universo con una calidad sin precedentes. Junto con un poco de paciencia y capturar imágenes a lo largo de años, es posible obtener en video la órbita de un exoplaneta alrededor de su estrella.
Observando un exoplaneta gigante
Beta Pictoris es la segunda estrella más brillante de la constelación de Pictor y se encuentra aproximadamente a sesenta y tres años luz del sistema solar. Beta Pictoris b es un exoplaneta con una masa estimada de doce veces la de Júpiter, su descubrimiento fue posible gracias a observaciones en el infrarrojo. Contando con una separación de diez veces la distancia media entre la Tierra y el Sol.
Además, fue posible estudiar no solo su movimiento alrededor de la estrella, sino también la rotación sobre sí mismo. En el primer caso, este requiere de veintitrés años para completar una órbita completa y ocho horas para girar sobre su propio eje. Siendo así uno de los planetas con la menor duración del día conocidos.
Capturando una órbita completa
Empleando datos tomados por un instrumento del observatorio Gemini y dos del ESO, un astrofísico empleó herramientas impulsadas por inteligencia artificial analizar numerosas imágenes de archivo de Beta Pictoris. Posteriormente, fue necesario una serie de algoritmos para interpolar el movimiento del exoplaneta y producir un video continuo, en vez de mostrar saltos en su posición.
Dado el apretado calendario de Gemini, ESO y en general de los grandes observatorios del mundo, no es posible capturar imágenes nuevas todos los días de un mismo objetivo. Sin embargo, interpolar información a partir de una menor muestra de datos nos permite conocer como se veía en una cierta fecha.
En el video la ubicación de Beta Pictoris está señalada por una estrella amarilla. Aunque es tapada a propósito en los instrumentos para distinguir la considerablemente menos tenue luz del exoplaneta. En este proceso se generan diferentes procesos de difracción y aparecen los llamativos patrones ondulatorios.
Fueron empleados datos tomados entre 2004 y 2020, sumando diecisiete años para mostrar cerca de un 75 % de la órbita del planeta. Todavía hacen faltan seis años para observar el movimiento completo del objeto alrededor de su estrella. Ofreciendo una nueva perspectiva sobre todo aquello que solo podíamos imaginar décadas atrás.