La Gran Mancha Roja de Júpiter es una de estructuras más características y reconocidas del sistema solar. Observada durante decenas de años por aficionados o profesionales, hasta por los grandes observatorios espaciales. Tal es el caso de James Webb, que detectó extrañas luces sobre la mayor tormenta del gigante gaseoso.
Luces espaciales
Si bien la Gran Mancha Roja es famosa, se creía que fuera de su gran tamaño y longevidad no ocultaba grandes misterios. Sin embargo, gracias a los delicados y especializados instrumentos del Telescopio Espacial James Webb, un equipo de investigadores encontraron un inesperado brillo sobre esta gran estructura.
Además de las llamativas auroras de Júpiter, la atmósfera superior presenta un brillo que, aunque no es observable desde telescopios en la Tierra, sí es visible para aquellos en el espacio.
Las capas altas de la atmósfera están en contacto con los gases de las capas inferiores, el campo magnético del planeta y las corrientes continuas de material expulsado por los volcanes de Ío, además de aproximadamente el 4 % de la luz solar que alcanza la Tierra.
Observaciones en 2022 con el instrumento NIRCam encontraron inesperadas estructuras sobre la Gran Mancha Roja, entre ellas arcos oscuros y puntos brillantes. De estos últimos se desconocen los procesos que los forman.
Otro efecto importante son las ondas de gravedad, no confundir con ondas gravitacionales. Las cuales se asemejan a olas en la playa, pero en forma de corrientes de gases en las capas bajas de la atmósfera, hasta chocar y llegar a las capas externas.