Descalabro: las pruebas de los dos nuevos cohetes públicos de Europa acaban fallando
01/10/2023 Editorial AstroAventuraAparentemente 2023 iba a ser un muy mal año en los cohetes de la ESA. Los vectores de acceso al espacio de la Agencia Espacial Europea de nueva generación, los Vega C y Ariane 6 tenían problemas pero estos acaban de multiplicarse. Primero fue el Ariane 6, que ha fallado hasta en dos ocasiones en test de fuego estáticos con la primera etapa integrada completamente. Y ahora es la Zefiro 40 del Vega C cuyo arreglo después de un accidente habría fracasado.
A vueltas con el futuro
Ya hace meses cuando se produjo el accidente del Vega C en este espacio de editoriales ya corrieron ríos de bits. Primero por el inaceptable accidente, segundo por las conclusiones que ofreció inicialmente la comisión de investigación y el tratamiento que se hizo de la situación. Que Avio y Arianespace no son las compañías que querríamos ver al mando de los cohetes europeos parece evidente en este punto. Pero, es más el problema de su demostrada incompetencia en los últimos años más que otra cosa la que nos hace oponernos.
Porque fuera de esta que solo se ha visto en los últimos tiempos hay factores que abogan por mantener a Arianespace al mando. El Ariane 4 fue un gran éxito y aunque perezosamente, la respuesta al Falcon 9 es correcta en la medida de las capacidades y requerimientos lo permiten. Más allá de eso, el Ariane 5 funcionó muy bien hasta que SpaceX rompió el tablero, algo con lo que nadie contaba. Pero esto es una editorial y aquí venimos con los cuchillos bien afilados y no podemos dejar pasar por alto el incidente cuando un directivo se rio de SpaceX. Desde luego, quien ríe último, ríe mejor y ha sido SpaceX, pero en este momento Europa no está para reírse de nada, la situación es muy seria.
En este momento el futuro cohetero «público» reside en tres patas:
- Ariane 6, el sustituto del Ariane 5 llega tan tarde, que pese a estar previsto su lanzamiento años antes de la retirada de este finalmente llegará no antes de abril del próximo año. Si somos serios, o si abrimos un poco las orejas a las informaciones más recientes y no a la versión oficial es peor. No pasará menos de un año entre el lanzamiento del Ariane 62 y la retirada del 5.
- Vega C, el cohete «ligero» de próxima generación que fracasó en su segundo vuelo, en diciembre del año pasado. Camino de un año después parece, que ahora sí que se sabe al 100% qué medidas deben tomarse para devolverlo a estado operativo. Pero estas, no está confirmado, podrían implicar cambios notables en la Zefiro 40 y retrasar aun más su vuelta al servicio.
- Prometheus, oculta el galimatías clásico de un prototipo, «Precursor Reusable Oxygen Methane cost Effective propulsion System«.Precursor reutilizable de sistema de propulsión oxígeno metano de coste efectivo rezaría la traducción literal. Pero, también viene dado por la mitología griega clásica donde Prometeo es un titán que roba el fuego para la humanidad. Este motor de methalox, metano y oxígeno líquidos será la base del Ariane 7, si llega a existir.
A vueltas con la Zefiro 40
También va camino de un año el accidente del Vega C. La causa de este lleva localizada al menos, 7 meses. Pero las medidas correctivas ni están ni se las esperan. Porque parece ahora que sí existe un problema en el diseño de la tobera de este motor.
A mi que me lo expliquen, por qué SpaceX es capaz de volver a montar la Starship en 6 meses, pero Avio no puede 10 meses después con un Vega. No soy el único en busca de esas explicaciones en cualquier caso como prueba el degradamiento en el valor de las acciones de la compañía. Aunque en la locura bursátil nunca se sabe lo qué puede pasar, pero si se cumplen las habladurías y Leonardo (empresa), el principal accionista vende una parte de su accionariado, será un durísimo golpe.
¿La joya de la corona o la tapa del cubo de la basura?
Cualquiera sabe que la basura huele, por eso ponemos tapas en los cubos que la contienen, para intentar mitigar el olor que desprenden. Pero en el caso de los cohetes europeos no hay ya nada que pueda servir como tapón.
Los lanzadores actuales fuertemente subvencionados no han servido para la única misión que podían cumplir en estos nuevos tiempos. Que no es tan complicada, mantener una puerta al espacio abierta es algo que el viejo continente puede y debe hacer. Sin excusas, que el Ariane 6 no sea capaz de completar exitosamente, en dos ocasiones un test estático es la joya de la corona de los problemas en los cohetes europeos.
Cuatro mil millones de euros para un cohete que no funciona.
Voy a repetirlo, los costes de desarrollo ascienden a cuatro mil millones de euros. Y el cohete no es capaz de completar lo mínimo e indispensable para un lanzamiento inaugural, una prueba de fuego estática.
4 000 000 000 para un cohete que no completa el mínimo, pero además reducido. Porque antes de su lanzamiento el cohete debe encenderse por la duración total de la misión de la primera etapa y ahora se prueba en un tiempo abreviado.
Si miramos a toda la panoplia de empresas europeas que buscan alinear vectores en los próximos años, la suma total de lo que han recaudado no llega a la mitad de lo que ha costado hasta ahora el Ariane 6. Sin embargo, lograrán lanzarse antes.
Esto no es seguro, pero PLD Space apunta a dentro de dos semanas para su Miura 1 suborbital. Mientras tanto, RFA, con su RFA One parece claro que lo intentará en abril de 2024, pero con más credibilidad que la mostrada por Arianespace.
La pregunta no es cómo de mal se encuentra el panorama de cohetes europeos ahora mismo. En una escala de 0 a 10 probablemente estemos en un 1, depende de como desempeñen en los próximos 12 meses los cuatro aquí mencionados podrá mejorar o contra todo pronostico ser capaz de empeorar más. Dado que no tenía cabida en ninguna otra parte, dejo en esta triste conclusión una pregunta que me ronda hace meses.
¿Por qué el vuelo del último Vega se restrasó a 2024? ¿Cabía la posibilidad de un año sin vuelos y se quiso solventar así?