Es viernes por la mañana, se informa, por sorpresa, que la etapa principal del cohete chino CZ-5B que unos días antes había lanzado el tercer y por el momento último módulo de la estación espacial china, amenazaba con reentrar por todo el norte de España. La alerta disparó los mecanismos de seguridad en el espacio aéreo español, un cohete reentrando es una seria amenaza a la aviación comercial y existen protocolos sobre que hacer. Estos se activaron y prohibieron el despegue desde varios aeropuertos españoles mientras la alerta durase. Durante aproximadamente 2 horas buena parte de los cielos españoles estuvieron completamente vacíos de aviones.
Inmediatamente, iniciamos la cobertura, los hechos eran gravísimos, aquí añadimos una puntualización, si bien señalamos a la defensa estadounidense como fuente en las informaciones, la que buscábamos era la de EU SST (European Union Space Surveillance and tracking). Los cielos amenazados eran los de España, donde se encuentran numerosas antenas operadas por esta institución que recibe financiación pública española.
Los ciudadanos españoles debíamos ser informados por este ente de lo que sucedía, sin embargo, tras su última publicación en la cual daban la previsión de una caída en el océano Atlántico cerca de España y con riesgo para este país, misteriosamente, para nuestro monumental enfado e incomprensión se hizo el silencio más completo y absoluto. De hecho, cuando aparecieron las trayectorias actualizadas, estos no informaron de nada, ni siquiera de si el cohete seguía en órbita o no.
Y ellos tuvieron que ser los primeros en enterarse de que este seguía amenazando al mundo. Y podemos entender que sus responsabilidades más que alertar al público general sea informar a responsables de control aéreo, ejércitos y gobiernos de la Unión Europea. Pero no es admisible que la alerta sobre el riesgo llegue, pero no su desactivación. Se tardó más de una hora y media en poner un tweet y lanzar un comunicado informando que el cohete había reentrado. Esto no es admisible y los protocolos de comunicación de este organismo deben ser revisados y cambiados.
Lo dijimos en las notas que salieron aquel día. Antes, China había recibido tímidas respuestas de un puñado de actores espaciales, los administradores de la NASA y la ESA, algún CEO muy entusiasta que quiso dejar clara su oposición a aquel circo y poco más. Esperábamos hoy una respuesta mucho más energética, no es admisible una dejadez tan extrema en las responsabilidades de los deberes y obligaciones de un organismo que lanza vehículos orbitales.
Y nos remitimos al tratado del espacio ultraterrestre. Un operador de cohetes orbitales y o de satélites debe desechar de una manera adecuada y responsable con el resto de operadores de sus desechos espaciales, considerándose estos cualquier resto no operativo en órbita.
Dejar a la deriva una semana larga un objeto que pesa más de 17 toneladas no es deshacerse de él de una manera responsable. Ni de lejos. Además, este acuerdo internacional exige que se informe al resto de países sobre el posible tiempo de impacto y lugar aproximado de caída. Hasta donde sabemos, esto tampoco se produce.
Pero en realidad debe sorprendernos poco, China lleva décadas descartando etapas de sus cohetes sobre su propio suelo sin ningún tipo de miedo a herir a sus conciudadanos, aunque supuestamente se evacuan las poblaciones donde se prevé que puedan caer. Queda a la opinión del lector juzgar si lo hacen o no, desde luego se sabe que los ciudadanos de a pie llegan antes que los equipos de recuperación a los restos de estos cohetes, como acreditan las múltiples imágenes que existen por las redes sociales.
Esperemos que a alguien en la República Popular China o en la CNSA (una de las agencias espaciales de China). Se replanteen el lanzamiento de este cohete al menos en su estado actual, esta lotería espacial es un juego peligroso que ya ha tenido sus primeras consecuencias reales. Esperemos que con un pequeño susto y algunos retrasos en un puñado de vuelos valgan para que las cosas cambien y no haya que lamentar males mayores.
Esta entrada fue modificada por última vez en 06/11/2022 13:59