El agua en el sistema solar
La gran mayoría de los objetos que conocemos de nuestro vecindario provienen de la misma nube de polvo y gas que dio paso al Sol y una consiguiente nube protoplanetaria. Esta contaba con los restos de muchas otras estrellas previas, que en su muerte liberaron gran cantidad de metales. Gracias a esto había gran disponibilidad de hidrógeno y oxígeno para dar paso a los extensos océanos terrestres, los profundos mares de las lunas de Júpiter y Saturno y un enorme enjambre de cometas.
Dada la enorme volatilidad del agua, fácilmente se evapora al entrar en contacto directo con la luz solar a una distancia menor a la separación media entre el Sol y Marte. Sin embargo, se ha encontrado hielo en lugares como el polo norte de Mercurio y el polo sur de la Luna.
Los cometas se caracterizan por contener grandes cantidades de agua congelada. Misma que se sublima cuando el objeto alcanza su mayor aproximación al Sol, liberado los gases y creando lo que se conoce como coma cometaria.