Los resultados, una vez más, demostraron que los cuervos ocupaban un rango climático mucho más amplio que todos los córvidos juntos y que, aparte de replicar el espacio climático ocupado por otras especies de córvidos, llegan a zonas climáticas mucho más extremas donde ningún córvido puede sobrevivir.
“Los cuervos nos ofrecen una fantástica oportunidad para entender por qué ciertos organismos se expanden y diversifican por el planeta. Nosotros somos uno de estos organismos y, por tanto, entender los procesos de expansión global en otros grupos de animales quien sabe si podrían arrojar algo de luz sobre nuestro propio viaje alrededor del planeta”, concluye Joan Garcia-Porta.