Los primeros problemas
En julio de 2019 en Arianespace ya se sabía de la necesidad de actualizar el Vega para no quedarse atrás con el resto de la competencia privada. Sin embargo podían presumir de algo raro en estos días, un registro impoluto de lanzamientos. Sin embargo esto se trunco durante la misión VV15 cuando una anomalía en la segunda etapa llevo a la perdida del cohete y la carga poco después.
La comisión de investigación posterior dedujo que un fallo termo estructural en la sección frontal del Zefiro 23 era la causa mas probable del siniestro.
Esto ha facilitado la aparición de más competencia como el Nuri, un cohete del que ya hemos hablado.
En septiembre de 2020 después de la pandemia y de supuestamente arreglar los problemas del cohete la decimo sexta misión de este lanzador completó una misión exitosa.
Y en noviembre se produjo la décimo séptima misión de este lanzador, esta resultó en fracaso total.
Las cargas eran dos satélites. El Ingenio, un satélite español de reconocimiento óptico de importantes capacidades que venía a complementar a Paz. Este otro orbitador español también es de observación pero con un radar de apertura sintética no óptica. Y el segundo era uno francés dedicado a investigación atmosférica/climatológica.