Japón logra revivir a la sonda SLIM después de fallo en el aterrizaje lunar

La exploración lunar en el siglo XXI ha sufrido muchos altibajos. Los primeros éxitos de China con las sondas Chang’e iniciaron un nuevo panorama en todo el mundo. Las posteriores perdidas de Beresheet y Chandrayaan-2 eran una muestra de la gran dificultad de descender en la Luna. OMOTENASHI continuaría con la tendencia, hasta Chandrayaan-3, cuando Vikram lograría descender y convertir a India en el cuarto país en conseguirlo. Recientemente, la sondas Hakuto-R, Luna 25 y Peregrine sufrieron graves problemas que llevaron a su destrucción. El último intento fue realizado por Japón, cuando SLIM lograría aterrizar, pero rodando hasta una posición poco favorable y posteriormente siendo apagada. Sin embargo, la JAXA nos sorprende con un importante anuncio sobre el estado de la sonda.

Imagen del aterrizador SLIM originalmente distribuida por la JAXA. Fuente: JAXA

Una nueva oportunidad

El aterrizaje de la sonda SLIM del pasado 19 de enero se vio envuelto en una nube de incertidumbre. La telemetría mostrada en el momento evidenciaba un descenso suave y aparentemente exitoso, pero no había una confirmación oficial sobre su estado. Al cabo de unas horas, la JAXA confirmaría que se presentó un problema y el aterrizador se encontraba en una posición errónea y sus paneles solares no recibían energía. Aprovechando la carga restante de las baterías, intentaron maximizar la obtención de datos científicos, hasta que fue apagada con la esperanza de despertar días después.

A partir de la telemetría del aterrizaje se presumía de que los paneles solares apuntaban al oeste, tal que sería solo cuestión de tiempo para que estos puedan generar la energía suficiente para mantenerse activa hasta el ocaso. Contando como fecha limite el 1 de febrero, cuando la gélida noche lunar acabaría con cualquier esperanza de volver a comunicarse con SLIM.

Radioaficionados reportaron la presunta detección de comunicaciones por parte de SLIM, mismo que sería confirmado oficialmente por la JAXA pocas horas después. Así mismo mostrarían una fotografía de la roca Toy Poodle, nombrada a partir de la primera imagen regresada por la sonda.

Los equipos a cargo esperan aprovechar los pocos días restantes de Sol para realizar parte de los experimentos originalmente planeados, antes de congelarse en la noche. Sin embargo, esto es un gran paso para la exploración lunar japonesa y un punto de partida para futuras misiones de aún mayor dificultad.