La Tierra giraba más rápido al final de la época de los dinosaurios que en la actualidad y daba 372 vueltas alrededor de su eje al año frente a las 365 actuales. Lo que significa que un día en la Tierra duraba solo 23 horas y media.
Los científicos llegaron a esta conclusión tras estudiar las conchas de los moluscos fósiles de finales del período cretácico. Sus resultados fueron publicados en la revista AGU Journals.
Los investigadores del Grupo de Investigación Ambiental y Geoquímica de la Universidad de Bruselas usaron el mismo método de análisis que se usa para discernir la edad de un árbol: contaron los anillos de los caparazones de los moluscos y observaron su estructura.