Se ha confirmado el lanzamiento exitoso de la Soyuz MS-23. Esta nave Soyuz despega por primera vez desde el primer vuelo de su nueva versión vacía de tripulación.
Permanecerá acoplada a la EEI en una misión prolongada para los astronautas de la MS-22.
La nave Soyuz despegó a las 3:24 hora de Moscú desde la rampa 31 del complejo de lanzamiento 31 de Baikonur. Su lanzamiento debería haberse producido dentro de un mes, nunca se llegó a concretar una fecha. Pero, tras el problema de la cápsula Soyuz MS22 en la que acabó perdiendo todo el líquido de su sistema de refrigeración, esta nave quedó declarada como no apta para volar. Así que esta misión fue adelantada para que los cosmonautasSergey Prokopyev, Dimitry A. Petelin y el astronauta de la NASA Frank Rubio tuvieran una nave en la que volver a la Tierra.
La cuestión no era si la Soyuz MS-22 era capaz de sobrevivir a la reentrada si no las temperaturas que alcanzará en esta. El interior de las cápsulas no es inmune al calor de esta, el escudo térmico solo impide que se derrita. Así que esas altas temperaturas que se transmiten al interior de la cápsula, donde viajan los cosmonautas, deben ser eliminadas.
La forma de hacerlo era con un sistema de refrigeración lleno de isooctano. Sin ese líquido, las temperaturas dentro de la cápsula podrían llegar a niveles letales. Ese es el motivo subyacente de no usar la MS-22 para el regreso de la tripulación.
Aun así, los cosmonautas de la MS-22 estaban preparados para regresar en esta nave en caso de accidente crítico a bordo de la EEI. Sin embargo, Frank Rubio estaba previsto que volase de vuelta en la Crew 5. Para ello se había trasladado el asiento del astronauta a la cápsula propiedad de SpaceX. Lamentablemente, no se han distribuido imágenes de este curioso acontecimiento.
Tras la llegada de la Soyuz MS-23 este asiento será transportado a la nueva nave y permitirá a la Crew 5 realizar su regreso de forma nominal la primera semana de marzo.
Los problemas de la Soyuz MS-22 y la Progress MS-21
Pora la extrañeza de que no solo uno, si no que dos micrometeoritos hayan dañado exactamente el mismo sistema, ha habido dudas con esta misión. Especialmente con la decisión de traer a la tripulación de vuelta en septiembre, en vez de en mayo como se había hablado originalmente. Si el problema resulta ser un defecto de fabricación y no se han tomado medidas correctivas. El cual no parece haber sido el caso por la versión pública ofrecida por Roscosmos.
En caso de este terrible fallo de decisión de Roscosmos, la MS-23 podría enfrentarse al mismo problema que su predecesora. En ese caso la pregunta sería como volverían los astronautas. Esperemos aun así no llegar a dicho extremo y que todo haya sido fruto de la mala suerte.