En octubre de 2014 se hallaba un nuevo objeto alrededor del Sol: situado a una distancia similar a la de Neptuno, su tamaño se estimó en torno a los cien kilómetros y se catalogó como planeta menor.
Sin embargo, nuevas observaciones del objeto, denominado 2014 UN271 (Bernardinelli-Bernstein), mostraron en 2021 una coma, la típica envoltura de gas y polvo que rodea el núcleo de los cometas.
Nunca se había detectado un cometa a una distancia tan grande del Sol, y su tamaño lo convertía en uno de los mayores de la familia. Un estudio, encabezado por el Observatorio de París que cuenta con la participación del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), confirma ahora que se trata del mayor cometa del Sistema Solar.
Observaciones con el radiotelescopio ALMA (Chile) han permitido obtener su tamaño, que asciende a unos 137 kilómetros –señala Pablo Santos-Sanz, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) que participa en el trabajo–. Esto hace de este objeto el cometa de mayor tamaño descubierto hasta la fecha, con un diámetro casi el doble que el del cometa Hale-Bopp, y solo superado por el centauro 95P/Chiron, un objeto que muestra características comunes a los asteroides y los cometas
Científicos determinaron el tamaño y reflectividad superficial de Bernardinelli-Bernstein
La órbita del cometa 2014 UN271 (Bernardinelli-Bernstein) sitúa su procedencia en la nube de Oort, una nube esférica que envuelve el Sistema Solar y que, se cree, está formada por los restos de la nebulosa que dio lugar al Sol ylos planetas hace cuatro mil seiscientos millones de años (las estimaciones apuntan a que podría extenderse desde los 0,03 hasta los 3,16 años luz de distancia y contener miles de millones de cometas).
Pero este cometa no solo destaca por su tamaño. Los cometas son pequeños cuerpos sólidos helados que adquieren su apariencia característica cuando se aproximan al Sol, los hielos subliman y emergen la coma y la cola. Esto, que se conoce como actividad cometaria, muestra una evolución creciente según se acercan al Sol y no suele producirse a largas distancias.
Sin embargo, los datos apuntan a que el cometa Bernardinelli- Bernstein ya mostraba actividad antes de su detección en 2014, a una distancia de unas 35 UAs (una unidad astronómica, o UA, es la distancia promedio entre la Tierra y el Sol): es decir, pudo comenzar a desarrollar su coma a cinco UAs más allá de Neptuno, en los confines helados del Sistema Solar.
El cometa no llegará a alcanzar las regiones internas del Sistema Solar. Su mayor acercamiento a la Tierra tendrá lugar en 2031, cuando se sitúe a once unidades astronómicas del Sol (no llegaría, por tanto, a atravesar la órbita de Saturno). “Así, del mismo modo que el cometa Hale-Bopp es el arquetipo de cometa con una órbita cercana al Sol, Bernardelli- Bernstein lo sería de los cometas lejanos, cuya actividad está impulsada por hielos supervolátiles», indica Pablo Santos-Sanz (IAA-CSIC).
En el pasado se produjo un acercamiento al Sol
Además, el estudio de la órbita apunta a que en el pasado se produjo un acercamiento al Sol, en el que el cometa alcanzó una distancia de entre 17 y 21 unidades astronómicas. Así, este objeto nunca habría estado más cerca de esa distancia desde su expulsión de la nube de Oort, lo que posiblemente lo convierte en uno de los cometas más prístinos jamás observados.
Finalmente, el trabajo ha permitido determinar el albedo, o reflectividad superficial, de Bernardinelli- Bernstein. «La superficie del núcleo de este cometa gigante tiene características similares a las superficies de otros núcleos cometarios, con una reflectividad muy baja, del orden del 5.3%. Este albedo indica que su superficie es muy oscura, solo un poco más reflectiva que la del carbón vegetal –detalla Pablo Santos-Sanz (IAA-CSIC)–.
Será muy interesante estudiar si cambia su albedo después del máximo acercamiento al Sol, ya que podría ganar brillo como sucedió con el núcleo del cometa Hale-Bopp”.