Actualmente, el Sol se encuentra en su pico de mayor actividad del presente ciclo solar. La característica más representativa de este fenómeno es la gran cantidad de llamaradas y eyecciones de masa coronal. En este momento la estrella se encuentra en una fase de reversión de los polos magnéticos. El satélite GOES-16 de NOAA observó un agujero gigante en el Sol.
Inversión magnética
El Sol periódicamente pasa por una fase de inversión magnética. En este proceso se intensifica lo conocido como actividad solar, es decir, hay una mayor cantidad de manchas solares, llamaradas, eyecciones de masa y en este caso agujeros coronales. Así mismo, la radiación procedente de la estrella aumenta, con el potencial de afectar satélites, naves e incrementar la dosis absorbida por los astronautas.
Los agujeros coronales, como indica su nombre, se refieren a regiones donde la corona o atmósfera solar se abren. El campo magnético, encargado de atrapar o dirigir la materia expulsada desde el Sol, se orienta de tal manera que las líneas de campo se extienden hacia el espacio, dejando efectivamente una abertura para el viento solar rápido. Este por sí solo es capaz de crear tormentas geomagnéticas leves o moderadas.
En las imágenes obtenidas por el satélite de observación terrestre y solar GOES-16, específicamente en longitudes de onda de 195 y 284 ángstroms, se aprecian dos extensas regiones de menor intensidad respecto a sus alrededores. Estos agujeros coronales se encuentran actualmente apuntando hacia la Tierra. Entre sus consecuencias está la tormenta geomagnética intensa y consecuentes auroras del primero de enero de 2025, las cuales se lograron observar en España.
Cabe resaltar, en las imágenes de GOES-16 las regiones oscuras no son realmente oscuras, sino que representan en contraste una menor emisión de luz en esas longitudes de onda. Específicamente en este caso la intensidad representa el campo magnético en esa región. Así mismo, los colores son representativos al encontrarse fuera del espectro visible.