Misión secreta completada: el transbordador espacial X-37B regresa a la Tierra envuelto en misterio

El transbordador espacial militar X-37B de la Fuerza Espacial de EE.UU. aterriza en la base de Vandenberg tras completar una misión secreta en órbita.

El misterioso X-37B sigue confundiendo a cualquiera que intente comprender su misión. La séptima acaba de concluir por primera vez desde 2012 en la base de la fuerza espacial de Vandenberg, en la noche de ayer. Esta base es conocida por albergar la mayoría de lanzamientos militares, especialmente durante la Guerra Fría.

Imagen del X-37B estacionado en la pista de aterrizaje de la base de la Fuerza Espacial en Vanderberg. Fuente: US Department of Defense

Una misión con luz y taquígrafos

Por primera vez la Fuerza Espacial ha sido muy comunicativa respecto a qué estaba haciendo en órbita su activo más conocido. Pero hay muchos detalles aún desconocidos. No conocíamos la totalidad de las cargas útiles transportadas, seguimos sin saber qué capacidades de defensa o ataque posee el transbordador. Incluso, el anuncio a bombo y platillo de que habían realizado un cambio de órbita empleando las alas del X-37B por primera vez es sospechoso. Con anterioridad se habían visto cambios muy sustanciales en su posición que eran difíciles de explicar sin el uso de sus capacidades aerodinámicas.

Pero por ejemplo, hemos tenido una fotografía desde el interior del transbordador. Capturada con una cámara de ingeniería parece que esté situada en la bahía de carga. La terminología empleada abría la posibilidad a especular con la existencia de cámaras dedicadas a obtener fotos de reconocimiento de la Tierra o de otros satélites.

Primera fotografía desde el X-37B en el espacio. Fuente: U.S. Space Force

¿Por qué volver a Vandenberg?

La pregunta más interesante hoy es, ¿por qué ha vuelto a aterrizar en Vandenberg? La base de la fuerza espacial alojo los primeros tres aterrizajes, pero luego su lugar de aterrizaje habitual se trasladó a la otra costa estadounidense, al centro espacial Kennedy de Cabo Cañaveral. Allí ha realizado otros tantos aterrizajes, pero la duración de las misiones fue muchísimo mayor,, en el caso de la OTV-6 más de 900 días en órbita.

En esta ocasión el transbordador regresa tras pasar poco más de un año en el espacio, pese a despegar a bordo de un Falcon Heavy. Un medio de lanzamiento sustancialmente más pesado que los habituales Falcon 9 y Atlas V 501.

Pero aparentemente el uso del hermano mayor de los cohetes de SpaceX tenía más que ver con alcanzar una órbita altamente elíptica que con un aumento en el peso de la nave. Lo cual no es sorprendente, con la incorporación en la OTV-6 de un módulo de servicio que ampliase la carga de la nave no requirió el aumento en capacidades del lanzador.

Fotografía de la nave aparcada en la pista de aterrizaje de la base aérea de Vandenberg. Fuente: Fuerza Espacial Estados Unidos

En estos momentos la astronave se encuentra con toda probabilidad en uno de los hangares existentes en la base californiana. Quizá incluso en instalaciones que originalmente fueron creadas para alojar el transbordador espacial de la NASA. Este, finalmente, nunca voló desde esta base, la idea era pre posicionar armas nucleares en uno para poder realizar un primer ataque contra el pacto de Varsovia.

La próxima vez que veamos despegar al X-37B estaremos atentos para seguir con detalle la apertura al público que está teniendo el programa.

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