El Sol es la principal fuente de energía de la Tierra, es además una de las mayores amenazas para la sociedad moderna. A lo largo los llamados ciclos solares existen fuertes cambios en el comportamiento del plasma y se producen eventos como eyecciones de masa, llamaradas o agujeros coronales. Si bien existen muchos observatorios terrestres, hay una región que no se puede observar directamente, conocida como el lado oculto. Gracias a la heliosismología es posible inferir los procesos que ocurren debajo de la atmósfera y al otro lado de la estrella.
Dinámica solar
El Sol es un enorme reactor nuclear de fusión compuesto principalmente por hidrógeno y helio a altas temperaturas. Es en general tan caliente que los elementos presentes se encuentran en estado de plasma, donde los núcleos viajan sin electrones y producen intensos campos magnéticos y eléctricos.
Dada la magnitud del Sol es difícil obtener un equilibrio general, apareciendo diferentes anomalías como las llamaradas solares, eyecciones de masa y agujeros coronales. Estos son consecuencias de las variaciones magnéticas que tienen lugar en la atmósfera solar.
Las manchas solares son anomalías magnéticas que se presentan como regiones de menor temperatura a su alrededor, apareciendo en algunas fotografías como manchas oscuras. La evolución del conteo de estas en el Sol a lo largo del tiempo, en conjunto con estudios de anillos de los árboles, son evidencias de los conocidos como ciclos solares.
Los ciclos solares corresponden a un periodo de quince años, donde el Sol pasa por un máximo y un mínimo de actividad. Cuanto este se encuentra en su punto más alto, o cerca, hay una mayor proliferación de manchas solares y por consecuencia, un aumento en las llamaradas y eyecciones de masa coronal.
Heliosismografía: los “sonidos” del Sol
Si bien se habla generalmente del lado oculto de la Luna, erróneamente confundido con el lado oscuro, muchas personas desconocen o ignoran la rotación del Sol. A diferencia de la Tierra, un planeta rocoso, el plasma del Sol muestra una velocidad dependiente de la latitud, también conocida como rotación diferencial.
Three CMEs were visible in LASCO imagery. 1st CME emerged from an eruption behind the NE limb; the 2nd CME originated from AR3575 on the far side; and the 3rd CME resulted from a filament eruption in the NW quadrant. pic.twitter.com/73UGM0oCnX
Dada esa rotación, existe en todo momento una extensa región del Sol que no puede ser observada directamente, al menos no por medio de telescopios. Si bien, existen sondas espaciales en órbita solar, no siempre están en la correcta alineación para mostrar todos los detalles necesarios.
La heliosismología es una rama de investigación enfocada a estudiar las vibraciones e inferir la dinámica interna o del lado oculto. Mientras la luz requiere de cientos de miles de años para escapar, el Sol es casi transparente a las ondas acústicas y a los neutrinos.
A través de descomponer los diferentes modos vibracionales y reconstruir las fuentes, los investigadores cuentan con una poderosa herramienta para observar de forma indirecta, con retraso de unas pocas horas, fenómenos en el lado opuesto. El proceso sería análogo a reconstruir un piano a partir de las distintas notas.
Previsión del clima espacial
La heliosismología es una poderosa herramienta para conocer mejor el funcionamiento interno del Sol. Es, además, una forma efectiva de prever llamaradas solares o eyecciones de masa coronal. Estas últimas, en caso de tener la orientación e intensidad correcta, son una amenaza latente para todo el sistema eléctrico del planeta y los pilares de la sociedad actual.