Los anillos de Saturno son perfectamente una de las características más representativas de nuestro sistema solar. Desde las primeras difusas observaciones de Galileo con su telescopio hasta la determinación de qué tipo de estructuras eran por Cassini. Estos han sido de gran interés desde la cultura popular como en un ámbito científico. El telescopio Hubble es una de las principales formas de estudiarlos. Actualmente, estamos alcanzando una época del año donde estos sufren enigmáticos cambios.
Un año de cambios
Gracias a las observaciones por telescopios en Tierra o en órbita y las sondas Pioneer 11, Voyager 2 y Cassini, se ha conocido con gran detalle la composición de estas maravillosas estructuras. Extendiéndose entre los 6 600 kilómetros hasta los 120 700 kilómetros los anillos de saturno son grandes acumulaciones de pequeños fragmentos de hielo, carbono en menor proporción y pequeñas trazas de compuestos orgánicos.
Todos estos se encuentran alrededor del planeta sobre el ecuador. A su vez, Saturno cuenta con una inclinación en su eje de giro de 26.73° respecto a su plano de movimiento. Gracias a la órbita de Saturno las estaciones tienen una duración de 7 años. Las cuales son causadas por el mismo fenómeno que en la Tierra. Dependiendo de la posición alrededor del Sol, la cantidad de tiempo que una zona recibe luz es diferente.
Temporada de manchas
Como parte del programa OPAL; por las siglas en inglés de legado de atmósferas de planetas exteriores, el telescopio espacial Hubble tiene tiempo dedicado a observar a Saturno cada año. En este momento estamos entrando en la llamada “temporada de manchas”. Tal como fue confirmado gracias a las primeras detectadas en el anillo B de Saturno.
Las manchas o spokes, son enigmáticas características que aparecen a lo largo de los anillos de Saturno. La presencia y tasa de formación de estas son dependientes de la estación. Siendo el mejor momento durante el equinoccio de otoño. Que a su vez es cuando los anillos están inclinados de canto hacia el Sol, facilitando la observación del fenómeno. Por otro lado, durante el solsticio cesa su aparición.
Hasta el momento no se tiene certeza sobre el proceso de formación de los spokes. Sus formas suelen ser líneas radiales, pero también hay numerosos registros de figuras irregulares. Además de tener gran variedad de tamaños y tonalidades, aunque este último depende bastante del ángulo desde el cual se observe.
Su existencia es relativamente corta y alrededor del 6 de mayo aparecerán más por el equinoccio de otoño. Ofreciendo la oportunidad perfecta para apuntar nuestros telescopios hacia Saturno y tratar de comprender el proceso que los lleva a aparecer. La hipótesis actual propone que debido a la interacción entre los anillos y el viento solar carga eléctricamente parte del polvo y hielo. Llevando entonces a los fragmentos más pequeños a levitar. Aún hacen falta más observaciones para confirmar si esto es realmente lo que ocurre.