De hecho, la NASA, junto con la Agencia Espacial Europea (ESA) y otras instituciones están actualmente recogiendo muestras marcianas con el rover Perseverance para en el futuro enviarlas a la Tierra.
“Es muy importante contar con modelos terrestres lo más parecidos a Marte posible para entender cómo se han conservado las distintas biofirmas y poner a punto los procedimientos y la tecnología para encontrarlas”, afirma el profesor Victor Parro, coautor del trabajo.
“Sabemos que hay restos de vida microbiana, pero el reto es poder detectarlos cuando suponen menos de 1 parte entre 1.000.000.000 de material mineral”, concluye.
Fuente: SINC/CAB (CSIC-INTA)/Nature