Terraplanista viaja a la Antártida para probar su teoría… y el Sol lo destruye

Un grupo de defensores de la teoría de la Tierra Plana decidió emprender una expedición a la Antártida con el objetivo de demostrar que sus creencias eran correctas. Durante este viaje, conocido como El Experimento Final, los participantes presenciaron el fenómeno del sol de medianoche, lo que puso en jaque sus teorías. Aunque algunos reconocieron estar equivocados, otros continuaron resistiéndose a aceptar las evidencias.

The Final Experiment/YouTube & Unsplash Admitir que te equivocaste no es algo fácil para nadie.

El fenómeno del Sol de Medianoche

En el verano antártico, entre noviembre y febrero, ocurre un fenómeno único: el Sol no se oculta durante 24 horas seguidas. Este evento, conocido como el sol de medianoche, es causado por la inclinación del eje de La Tierra, que expone al continente antártico a luz solar constante durante esta época del año.

El grupo, que incluyó tanto defensores como detractores de la teoría de la Tierra Plana, llegó al campamento Union Glacier, un punto accesible para expediciones científicas y turísticas. Allí, los participantes observaron este fenómeno de primera mano. El modelo de la Tierra plana no puede explicar cómo el Sol puede permanecer visible durante 24 horas, algo que solo tiene sentido en un modelo esférico.

Jeran Campanella admitiendo que no tiene respuestas a la teoría de la Tierra plana. Imagen: Midnight in Antarctica / YouTube

Jeran Campanella, terraplanista y creador de contenido en YouTube, admitió durante una transmisión en directo que las observaciones realizadas en la Antártida contradecían su perspectiva. En sus palabras: «A veces, estás equivocado en la vida«. Este reconocimiento demuestra cómo las experiencias directas pueden desafiar creencias profundamente arraigadas.

Sin embargo, no todos los participantes estuvieron dispuestos a aceptar las evidencias. Austin Witsit, otro negacionista, minimizó el fenómeno llamándolo «un dato aislado» y sugirió que necesitaba más pruebas.

Varias fotografías de la Antártida unidas en una sola imagen para mostrar todo el territorio iluminado. Créditos: NASA.

Superando mitos sobre la Antártida

La expedición también sirvió para desmontar otros mitos populares entre los defensores de lo absurdo, como la creencia de que el Tratado Antártico de 1959 impide a los civiles visitar la Antártida. Este, firmado por 54 países, establece la preservación del continente para la investigación científica y prohíbe actividades militares, pero no restringe el acceso turístico ni científico.

Organizaciones como Antarctic Logistics & Expeditions ofrecen servicios de viaje que permiten a los visitantes explorar la región y presenciar fenómenos como el sol de medianoche.

A pesar de las pruebas contundentes observadas en la expedición, algunos participantes mantuvieron sus creencias. Este fenómeno se explica, en parte, por el sesgo cognitivo, que dificulta a las personas aceptar información que contradice sus ideas preconcebidas. Estudios sobre la resistencia a la evidencia muestran que este fenómeno es común, especialmente en creencias vinculadas a la identidad personal o comunitaria.

El viaje de los defensores de la Tierra Plana a la Antártida subraya la importancia de la observación directa y el método científico para comprender nuestro mundo. Aunque algunos participantes reconocieron estar equivocados, otros continuaron resistiéndose a las pruebas.

Este experimento es un recordatorio de que la ciencia no depende de opiniones, sino de hechos verificables y observaciones que pueden ser replicadas. El sol de medianoche en la Antártida no solo refuerza el modelo esférico de la Tierra, sino que también pone de manifiesto la necesidad de enfrentar las creencias erróneas con paciencia y evidencia sólida.

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