La noticia había sido prevista en un medio con anterioridad, pero la sorpresa ha sido mayúscula al anunciarse dos españoles como parte de la nueva generación de astronautas de la ESA.
Al término de la reunión ministerial de la ESA se había anunciado que se conocería a los nuevos astronautas europeos.
Con más de una hora de retraso se ha concluido esta y se ha procedido a relatar la estrategia europea de los próximos años en el espacio.
Destacan entre los proyectos anunciados el aterrizador logístico EL3.
Este vehículo permitirá llevar hasta la superficie de la Luna distinto tipo de equipo. Principalmente, se ha hablado de módulos para vivir en la superficie. Aunque igual de importante es el envío de equipo dedicado. Por ejemplo, palas, microscopios, analizadores, recicladores de oxígeno o agua. El equipo científico ocupa un gran volumen que habitualmente no puede ser transportado junto con las tripulaciones.
Otro anuncio interesante ha sido el desarrollo de un módulo de aterrizaje europeo para el rover marciano Rosalind Franklin.
Debido a la invasión de Ucrania, este avanzado robot se había quedado sin un módulo de aterrizaje. Este estaba siendo construido por Rusia y los lazos se han cortado a raíz de los actos de este país.
La noticia hoy, sin embargo, es el nuevo grupo de astronautas que ha presentado la ESA
La última convocatoria que había realizado la agencia espacial europea para nuevos astronautas fue en 2009. Trece años después, esta nueva convocatoria nos ha traído a 17 nuevos astronautas europeos.
Pero, hay truco. En esta convocatoria, en previsión de que la demanda de astronautas aumente en los próximos años debido al programa Artemisa, existen dos categorías.
La primera, los astronautas de contrato. A los 6 candidatos que han sido admitidos en esta categoría ahora les espera la firma de un contrato con la ESA para convertirse en astronautas con carácter inmediato. Su entrenamiento comenzará a principios del próximo año. Se espera que empiecen sus vuelos a la Estación Espacial Internacional en dos o tres años, aunque los que más tarden en volar podrían tener que esperar hasta finales de década.
La segundacategoría serán reservas. Los 11 candidatos que han caído en esta categoría no se les ofrecerá un contrato. Por tanto, no se convertirán en astronautas, en cambio, seguirán cursando sus carreras como si nada de esto hubiera pasado.
Aunque esto no es del todo así.
Todas las agencias espaciales del mundo tienen actualmente una falta absoluta de astronautas para sus programas espaciales.
La ESA solo ha sido la última en lanzar su programa de nuevos astronautas. La NASA, Roscosmos y especialmente la china CMS han lanzado programas en los últimos años.
Este programa de la ESA es un paño caliente, ya que buena parte de sus astronautas están en el límite de vuelos tripulados permitidos. Y si se cumplen las previsiones de un aumento en la necesidad de astronautas, los 7 que han anunciado hoy, no serán suficientes.
Se espera, que antes de lanzar otro proceso de selección, los diez candidatos a astronauta que hoy no han logrado su sueño sean admitidos. Entonces iniciarán su adiestramiento siguiendo los pasos de los que hoy han sido anunciados como astronautas de contrato.
Dos españoles podrán ir a la Luna en los próximos años
Los nombres propios hoy en España son:
Pablo Álvarez Fernández
Sara García Alonso
El primero ha logrado ser admitido como astronauta de contrato. Esto implica que veremos un español en la Luna dentro de no más de una década y media.
En estos momentos, después de la reunión ministerial, se sabe que habrá europeos en las primeras misiones Artemisa. Era seguro que Europa iba a estar en el programa Artemisa. Ahora sabemos que probablemente empezará en Artemisa 3, la primera misión de alunizaje del programa.
Es ingeniero aeroespacial por la universidad de León, de donde es originario y hasta ahora trabajaba para Airbus en distintos programas. Destaca especialmente el programa Exo Mars, donde fue arquitecto del rover Rosalind Franklin.
Sara García Alonso lamentablemente no ha logrado entrar en el selecto club de astronautas de contrato. Esta biotecnóloga de la misma localidad y universidad se ha quedado a las puertas del espacio.
Mientras estas se abren seguirá trabajando en estudiar el cáncer.