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Es conocida la fijación del INTA por desarrollar cohetes. Especialmente quedó patente su interés en la construcción de un cohete durante los años 90 con el programa Capricornio. Aunque, dados los esfuerzos anteriores, es razonable creer que este interés es bastante anterior. Por ejemplo, se llevan construyendo cohetes sonda desde 1967. Y la base de lanzamiento del Arenosillo ha albergado más de 500 vuelos de este tipo de cohetes desde su creación.
Además, seguirá desempeñando la función de puerto espacial en los próximos años junto con PLD Space.
Debido a que el programa Capricornio se extinguió con su presupuesto, el INTA no ha estado en disposición de volver a acometer un proyecto semejante hasta pasado un tiempo.
La oportunidad se ha materializado en forma de fondos europeos. Específicamente bajo el paraguas del programa NextGenerationEU. Más conocido en España como Mecanismo para la recuperación y la resiliencia y más vulgarmente llamados fondos covid.
En la actualidad, este vehículo de lanzamiento se plantea como un pequeño lanzador con capacidad de hasta 50 kilogramos a órbita. Esto lo sitúa en el escalafón más bajo con diferencia de entre los cohetes de lanzamiento orbital.
Empleando tres etapas, la primera una aeronave tripulada que le aportaría altitud y velocidad inicial. El avión empleado se baraja que sea un F-18 o un Eurofighter Typhoon del Ejército del Aire y el Espacio. Y otras dos etapas de combustible sólido que sí formarían el cohete propiamente dicho.
Transportaría los ya citados 50 kilogramos a órbita baja terrestre de entre 200 y 550 kilómetros de altura. Esto según la escasa información hoy día disponible.
Mientras que el desarrollo es del INTA, una entidad estatal y pública. Buena parte del cohete estará manufacturado por la empresa privada. Recayendo esta tarea en contratistas habituales del ministerio de defensa.
Siendo el integrador de sistemas la empresa Escribano. Actualmente puntera en el campo de la defensa en España. La propulsión recae en EXPAL. Experta en explosivos, que tienen cierta similitud con el propelente sólido. Además, también han participado en desarrollos recientes de misiles aire-aire que emplean el mismo tipo de combustible. Y cuentan con un departamento de propulsión espacial que ha suministrado motores incluso a la NASA. Por último la ingeniería de sistemas estará al cargo de la empresa ALTRAN, esta empresa cuenta con una rica historia y se encuentra presente en multitud de sectores.
Por otro lado, es de esperar la colaboración con el gigante nacional Indra que probablemente ayude en el control de vuelo y la microelectrónica. Sin embargo, aún no hay información a este respecto.
Este cohete estaba previsto para un primer vuelo en 2021, sin embargo, esto ha sido imposible. Para empezar por la infra financiación del proyecto. Mal endémico de cualquier proyecto tecnológico desarrollado en España. Y por la pandemia de la COVID-19 que dificultó el trabajo en toda la industria a nivel global.
Debido a la falta de información sobre los presupuestos de 2021, 2022 y 2023, es muy complicado determinar el estado del proyecto. Se sabe que sigue activo debido a que aparece mencionado en el proyecto de presupuestos de 2023.
Sí intentara dar una fecha para el lanzamiento, teniendo en cuenta el aumento en los presupuestos de defensa. Y también la creación de la agencia espacial española. Diría que su vuelo inaugural se puede producir en torno a 2024 o 2025.
Los presupuestos de los que se tenía constancia eran muy reducidos. Aunque en 2020 se presentó un modelo a escala real a la ministra de defensa, la cual mostró notable interés en el proyecto.